La pelea que ganó Su Insistencia

Una joven periodista de la BBC, Ione Wells, le preguntó tenazmente a Milei por la suerte de los jubilados, y de una jubilada en particular. La respuesta nunca llegó, o al menos no llegó al punto. El volantazo con Malvinas y el volantazo en Medio Oriente con el Estado palestino.

La combinación de dos condiciones, mujer y periodista, es fatal para Su Excelencia: la detesta tanto como a la justicia social. Si no que lo desmientan las periodistas denigradas en la Argentina, desde Salta a Buenos Aires, incluso con violencia. Pero mujer, periodista y de la BBC pasa a ser una combinación distinta. La primera “be” significa British, y británica era justamente la heroína del Presidente Javier Milei, la primera ministra Margaret Thatcher que asumió en 1979 con la idea de pulverizar a los sindicatos y al Estado de bienestar y pocos años después liquidó a los tripulantes del Belgrano.

Las que reúne las tres facetas es Ione Wells, corresponsal de la BBC en América del sur con base en San Pablo. La más joven del mundo en la BBC, según dice su curriculum.

Egresada de Oxford, Wells bajó a Buenos Aires a entrevistar a Su Excelencia. Vale la pena recordar la escena. Están sentados frente a frente. A Su Excelencia se lo ve tieso. Atento como una fiera pero contenido como un perro amaestrado. Ella tiene sobre su regazo unos papeles. ¿Preguntas, quizás? ¿Datos de background por si se genera una discusión aguda? Puede ser. En todo caso no fue a poncho. Cuando pregunta, lo mira fijo, a los ojos. Cuando Su Excelencia responde, lo sigue mirando fijo, con la cara de quien se concentra para lanzar la pregunta siguiente. O la repregunta. O las repreguntas, porque hubo un tema que mereció nada menos que ocho insistencias, el de una jubilada de 72 años, también entrevistada por Ione, que afirmó no llegar a fin de mes y junta dinero bailando en la calle.

Da gusto ver a una periodista que se prepara, que pregunta sin agredir, que no deja escapar el punto clave y que busca una respuesta desde distintos ángulos.

Hace acordar a un hecho real que fue convertido en película, “Frost/Nixon, la entrevista del escándalo”, estrenada en 2008. Nixon es Richard, el presidente de los Estados Unidos que debió renunciar por el escándalo de Watergate, el espionaje a las oficinas del Partido Demócrata ordenado desde el Gobierno. Frost es Sir David, un famoso periodista inglés que en 1977 le hizo una serie de cuatro entrevistas al ya renunciando Nixon. El reporteado no era un chico sino un político veterano que resistió la tensión. Hasta que en un momento hizo una suerte de confesión: “Decepcioné a mis amigos, decepcioné al país. Desilusioné a nuestro sistema de gobierno y a los sueños de todos esos jóvenes que quieren formar parte del gobierno pero que piensan que todo está demasiado corrupto. Tengo que llevar esa carga por el resto de mi vida”.

Hay mucha leyenda sobre los reportajes, incluso entre los periodistas, que suelen creerse una estirpe soñada por los dioses. La verdad es que las buenas entrevistas son las que radiografían. Eso ya es mucho. Muy pocas veces un político con experiencia trastabilla. Nixon fue un caso, por la confesión, y Su Excelencia acaba de entrar en la historia como protagonista de otro reportaje famoso. No pidió perdón, claro, porque su brutalismo es exhibicionista, pero la tenacidad de Wells, que nunca cambió de tono pero no le quitó los ojos de encima, puso en evidencia flagrante la desaprensión por la jubilada y por los jubilados en general.

En otra parte la periodista inquirió por las Malvinas y por Thatcher. Su Excelencia dijo que “nosotros no vamos a resignar nuestra soberanía y tampoco vamos a tener una situación de conflicto con el Reino Unido”. La primera parte de la frase es una obligación constitucional. La segunda parte es curiosa, porque el conflicto con el Reino Unido existe por el solo hecho de que usurpó y sigue usurpando tierras y mares que pertenecen a la soberanía argentina. A tal punto existe que todos los años el Comité de Descolonización de la ONU exhorta a negociar la disputa de soberanía, siempre sobre la base de resoluciones de la Asamblea General que instaron a sentarse a la mesa o estipularon que la guerra no interrumpía ese pedido que las Naciones Unidas vienen formulando desde 1965.

Igual que con el caso de la jubilada, Su Excelencia no dio el brazo a torcer en su consideración por David Cameron, que en febrero visitó las Malvinas. Dijo el Presidente que no lo tomó como una provocación porque “ese territorio está en manos del Reino Unido”. Más todavía: “O sea, tiene todo el derecho de hacerlo”. El Foreign Office, como toda buena cancillería, nunca olvida. Uno podría apostar, sin miedo a perder, que la palabra “derecho” puesta en ese contexto será recordada alguna vez por los diplomáticos ingleses.

***

El revisionismo amigable con Londres no es el único giro de Su Excelencia en política exterior. El 10 de mayo quedará como el Día del Volantazo. La Presidencia y la Cancillería decidieron votaron en la ONU en contra de la adhesión de Palestina como Estado miembro de la organización. Votaron a favor 143 países. Los de América Latina menos Paraguay. Hubo 25 abstenciones, entre ellas las de Alemania e Italia. Y sólo nuevo Estados votaron en contra: los Estados Unidos, Israel, República Checa, Hungría, Palau, Papúa, Nauru, Micronesia y la Argentina de Su Excelencia, quien pocos días antes, en Los Ángeles, se abrazó a una bandera norteamericana y a otra israelí.

A veces, tanto desde el Gobierno como desde la oposición más dura, las cosas se plantean sólo desde una opción: neutralidad sí o neutralidad no. Sin embargo, la política internacional es más compleja. No se puede ser neutral ante el ataque de Hamas a Israel del 7 de octubre pasado, con su ristra de asesinatos, secuestros torturas, violaciones y mutilaciones. Merece condena. Tampoco se puede ser neutral frente a la masacre que despliega Israel en Gaza, a esta altura con un despliegue que va mucho más allá de los límites de la lucha contra los terroristas de Hamas. No se puede ser neutral con el derecho del pueblo palestino a tener un Estado y con el derecho a que la ONU incorpore a ese Estado como miembro pleno.

La Argentina no tiene culpas en ese sentido, ni como pueblo ni como Estado que representa a ese pueblo. Juan Perón fue uno de los primeros presidentes en reconocer a Israel, en 1949, y la tradición diplomática acompañaba la posición de contemplar la existencia de dos Estados, el de Israel y el de Palestina. El volantazo de Su Excelencia es innecesario y contraproducente, porque quitará apoyos por la Cuestión Malvinas, pero no sorpresivo: forma parte de una cadena que se eslabona con hechos como la designación de Lilia Lemoine, una terraplanista anti-vacunas, al frente de la Comisión de Ciencia de la Cámara de Diputados. No es sólo la vocación de polarizar. Ha nacido un nuevo estilo político. Gloria eterna al menefreguismo.

***

Ésta es la primera parte de la colega Wells. El duelo de Su Insistencia contra Su Excelencia:

La gente lo describe de muchas maneras diferentes. ¿Cómo se describiría usted en tres palabras?

Un amante fanático de la libertad.

Me gustaría empezar esta entrevista hablando en primer lugar de la economía, a la que usted ha dado prioridad. Usted logró bajar la inflación, pero prometió que el ajuste lo pagaría la “casta” política, no el pueblo. Hablé con una jubilada aquí que me dijo, entre lágrimas, que esto, según sus palabras, era mentira, ya que son personas como ella las que pagan con los recortes en las pensiones, en los salarios, en el valor del dinero. ¿Qué le diría a ella?

Bueno, la verdad es que eso es falso, que el ajuste más grande lo está pagando la corporación política. Nosotros cuando llegamos, la economía argentina tenía déficits gemelos por 17 puntos del PBI (Producto Interno Bruto). Y la inflación, venía viajando el 7.500% anual.

De hecho, en el mes de diciembre la inflación mayorista estuvo en el 54%, que anualizado es 17.000%. Y nosotros la inflación mayorista del 54% ya la llevamos al 5%.

Además, hemos bajado la inflación al consumidor. Esto es importante, porque el impuesto más regresivo y que pega con mayor fuerza sobre la gente, es el impuesto inflacionario.

Pero la mayoría de los analistas coinciden en que una de las formas en que se ha logrado el superávit fiscal es mediante el recorte de las pensiones. Representa alrededor del 35% de los recortes que se han introducido.

Eso es falso. Son críticas infundadas. Nosotros les devolvimos a los argentinos 13 puntos del PBI y cuando termine el año le estaríamos devolviendo 15 puntos del PBI.

En lo que tiene que ver con el ajuste, en el Tesoro heredamos un déficit de cinco puntos del PBI y en la primera parte sobrereaccionamos y fuimos al equivalente de un ajuste de siete puntos del PBI, que nos permitió además generar un superávit excedente. De ese ajuste hay un punto que lo aportan los mayores impuestos y hay cuatro puntos que tienen que ver con la reducción del gasto público. Solamente impacta en las jubilaciones y pensiones el 0,4% del PBI. Es decir, que el 90% del ajuste recae en la casta y solamente recayó el 10% del ajuste sobre las pensiones.

Pero específicamente ¿qué le diría a esta jubilada y a las personas que están luchando contra los aumentos de precios en este momento? Porque puede que no les tranquilice oír hablar de recortes al PIB cuando sus precios aumentan todos los días, mientras que sus pensiones y salarios no aumentan.

Bueno, pueden mirarlas en dólares, y de ser de US$80, pasaron a ser de US$200. ¿A dónde está el ajuste, entonces?

Pero quiero saber específicamente ¿qué le diría a la gente en este momento? ¿Les diría que lo siente? ¿Le daría las gracias a las personas que están teniendo que pagar mucho más que antes como resultado del ajuste que se está produciendo?

Lo que pasa es que, en el escenario alternativo, estarían ganando US$10 y hoy ganan US$200. Que es más que el doble de lo que ganaban en el gobierno anterior con US$80. A veces, desde los medios de comunicación se miente intencionadamente y la gente toma esas mentiras que surgen de los medios. Probablemente en el lugar del mundo donde más podrido está el periodismo es en Argentina, donde gran parte de los periodistas son, digamos, mentirosos y calumniadores seriales. Entonces yo le estoy explicando la lógica del ajuste. Usted siempre puede encontrar un caso donde se va a quejar.

Pero ¿acaso personas como esta jubilada están mintiendo cuando dicen que tienen dificultades para comprar sus provisiones básicas en el supermercado?

A ver, el punto es el siguiente: usted no puede hacer una evaluación macroeconómica por la situación particular de un agente. Eso se llama falacia del todo por la parte. Entonces, si usted cree que va a hacer política económica por un caso especial, donde además puede estar influenciado por el tipo de información a la que accede, la realidad es que, bueno, digamos, esas cosas suceden.

Pero la gente en las calles no son economistas. ¿Qué les diría a las personas que han visto que el precio de la leche se ha duplicado desde que usted llegó al poder y que sienten que están pagando por el ajuste? ¿Cuál es su mensaje para ellos? ¿Cuánto tiempo deberían esperar para que las cosas mejoren?

Bueno, de hecho, ya en el último mes los salarios empezaron a ganarle a la inflación, porque subieron 14% y la inflación fue del 11%. El mes que viene la inflación va a ser todavía más baja y van a seguir recomponiendo lo que tiene que ver con los salarios.

Además, las jubilaciones con la nueva fórmula están ajustando por la inflación pasada. Entonces, en la medida que la inflación siga cayendo, los ajustes que va a haber en las jubilaciones, como vienen rezagados, van a estar por encima de la inflación, y eso va a implicar una recomposición de las jubilaciones. Por lo tanto, eso ya está ocurriendo.

(También hay un) diseño macroeconómico para dar contención a los sectores más vulnerables, porque no es solamente el caso de las pensiones, también duplicamos la Asignación Universal por Hijo, duplicamos la tarjeta Alimentar, duplicamos el programa de asistencia a embarazadas, quintuplicamos el programa de asistencia para que los chicos puedan seguir estudiando. Entonces, la realidad es que es un programa que tiene un fuerte contenido de contención social, contiene a los más vulnerables y el ajuste más fuerte recae sobre el Fisco.

Entonces, ¿cuál es el mensaje para la gente? ¿Es que aguanten un poco más? ¿Podría darme un plazo de cuánto tiempo tienen que esperar las personas que están pasándola mal en este momento?

A ver, lo primero que hay que entender es que usted en economía no tiene milagros.

Lo más fácil, ¿qué era? Seguir como el gobierno anterior, imprimiendo billetes. Bueno, usted iba a generar inflación y lo que va a hacer es golpear a los más vulnerables. Por lo tanto, no es eso la receta. La receta era poner la economía en orden.

Si nosotros no hacíamos lo que hicimos, hubiéramos enfrentado una crisis que combina lo peor del “Rodrigazo”, que fue la crisis que tuvimos el ’75, lo peor de la hiperinflación del ‘89 y lo peor del plano social de 2001, sea la madre de todos los males. O sea, si hubiéramos mantenido las políticas populistas, hoy tendríamos una inflación en torno al 15.000% y tendríamos cerca del 95% de pobres y 60% de indigentes.

Entonces parece que el mensaje a esas personas es simplemente esperar un poco más.

Usted no puede hacer magia. Nosotros tuvimos que enfrentar un contexto de un país que ya venía de incumplir el acuerdo con el Fondo (Monetario Internacional). Es decir, un país que es un defaulteador serial, un país que ha tenido dos hiperinflaciones sin guerra. Y en ese contexto usted no puede generar confianza de manera instantánea y eso hace que la inversión no reaccione de manera instantánea.

Entonces usted en el corto plazo va a sufrir las consecuencias de una recesión. Y eso es lo que ocurrió en la última parte del año anterior hasta ahora. Lo que estarían mostrando los números es que Argentina tocó el piso entre el mes de marzo y el mes de abril. De hecho, ya tenemos sectores que claramente están creciendo, como es el caso de minería, petróleo, gas, y el sector agropecuario.Muchos sostienen que Argentina podría estar saliendo en la forma de una V corta. Pero usted no puede hacer milagros.”

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